En el Día de la #CeroDiscriminación de este año, ONUSIDA destaca la necesidad urgente de actuar para poner fin a las desigualdades de ingresos, sexo, edad, estado de salud, ocupación, discapacidad, orientación sexual, uso de drogas, identidad de género, raza, clase, etnia y religión que siguen existiendo en todo el mundo.
La lucha contra la desigualdad no es un compromiso nuevo: en 2015, todos los países se comprometieron a reducir la desigualdad dentro de los países y entre ellos como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Pero todavía no es un compromiso que el mundo haya cumplido. Además de ser fundamental para acabar con el sida, la lucha contra la desigualdad también promoverá los derechos humanos de las personas que viven con el VIH, hará que las sociedades estén mejor preparadas para vencer a la COVID-19 y otras pandemias y apoyará la recuperación económica y la estabilidad. La lucha contra la desigualdad no es un compromiso nuevo: en 2015, todos los países se comprometieron a reducir la desigualdad dentro de los países y entre ellos como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Pero todavía no es un compromiso que el mundo haya cumplido. Además de ser fundamental para acabar con el sida, la lucha contra la desigualdad también promoverá los derechos humanos de las personas que viven con el VIH, hará que las sociedades estén mejor preparadas para vencer a la COVID-19 y otras pandemias y apoyará la recuperación económica y la estabilidad. Los gobiernos deben promover un crecimiento social y económico inclusivo. Deben eliminar las leyes, políticas y prácticas discriminatorias para garantizar la igualdad de oportunidades y reducir las desigualdades